A veces pienso cuán tan lejos me gustaría estar lejos del mundo, de aquellos pensamientos cotidianos que te pueden derrocar fácilmente. Sé más que nadie que tratar conmigo no es nada fácil y que por eso a veces corro, porque de lo único que estoy segura es que prefiero moverme de un lado al otro, a esperar ver como se llevan todo con las palabras, y entonces empiezan a jugar a decirme "la verdad". Ya no quiero jugar los mismos juegos de antes, pero tampoco quiero iniciar unos nuevos, quiero moverme con el mismo "sin rumbo" conocido, comprender el mundo, no es de humanos si se trata de aceptar nuestra propia naturaleza. Y cuando pienso en religión, parece arbitrario pensar de más, porque ya todo parecer haberse dicho al respecto... ¿Pero qué hay de mi búsqueda espiritual? Si mi espiritualidad no la hallo en ninguna odisea ya escrita, si a Judas ya lo confirmaron como un hombre bueno que actuaba según las ordenes de Dios, Él lo incitó, entonces, ¿Qué hay de la línea que separa el bien del mal? Parezco haber pasado por las mismas preguntas, siempre las hago y siempre las dejo igual, mi búsqueda no ha terminado y quizás sea porque a veces ni yo misma tolero mi propia realidad, entonces, me es difícil comprender otras realidades existenciales que involucren a Dios... La religión se ha vuelto más un negocio de garaje mientras yo sonrío queriendo creer que todo está bien, cuando en realidad hay otras que se pierden y lo terminan perdiendo todo, hasta la identidad, !pero yo no creo en ellos¡ y tampoco creo en Él como todo el mundo lo concibe, el Dios en que yo creo no va a salvar el mundo, Él dirige a su antojo el teatro y sabe qué es lo que mejor nos conviene, inclusive más que una madre, más que un padre, mi Dios puede ser mujer, hombre, gay, bisexual, amante de los chocolates, o quizás no serlo, es una fuerza de muchos colores que invita a ser feliz, aunque tampoco haya especificado qué es la felicidad en realidad, aunque tampoco me haya hablado del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, no hay nadie que lo compruebe y si existiera alguien porqué tendríamos que creerle, esto es como la Ilíada sin Homero o una Ana Frank sin diario... Por lo menos sé que soy inferior a Él, porque hasta que no conozca la diferencia que hay entre el bien y el mal no tendré el poder que se le otorga, por ahora, soy mortal y tengo pasaporte de viaje para equivocarme... La pregunta es ¿A dónde me llevará? Los tropiezos quizás no te hagan llegar más rápido a la meta como si lo harían unos pasos firmes y con equilibrio, pero por lo menos los tropiezos te hacen hallar cosas increíbles en el camino, un tropiezo es lo único que te hace quedarte en en la carretera para visualizar no lo que vendrá, sino lo que hay a tu lado y lo que siempre te ha acompañado, porque a fin de cuentas, eso lo único que vale.
Él sabe y yo sé, que soy alguien que no le teme a morir, pero huye de vivir. Hasta cuándo se postergará esta espera, hasta cuándo esperaré en el armario... Quiero entrar.
"Mi argumento contra Dios era que el universo parecía tan cruel e injusto
- ¿Pero de donde tengo yo la idea de justo e injusto?
- Un hombre no llama a una línea torcida a menos que sepa lo que es una línea recta.
- ¿Con que estoy comparando este universo cuando lo llamo injusto?" C.S. Lewis.