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lunes, 30 de mayo de 2011

Lo que no será fácil

... Pero tampoco imposible, será pasar mis exámenes...
¡VAMOS A PONERLE COLOR A ESTO, A SONREÍR Y A ECHARLE GANAS!




AGRADEZCO ENORMEMENTE DE VEZ EN CUANDO UNA VELA DE SU PARTE, UNA ORACIÓN POR MÍ NO CAERÍA NADA MAL...
Mis exámenes son durante todo un mes, son orales y con profesores que estarán muy pendientes de todo, de cada palabra, de cada frase, de cada discurso, pero sobre todo, de cada bella y hermosa equivocación.
En fin... Cerrado por exámenes... :(
Pero ya vuelvo, y prometo contar los buenos resultados, también para seguirles contestando y agradeciendo en sus blogs!
Deseen suerte a este humilde jovencita!

viernes, 20 de mayo de 2011

Tratados Universales

I


No me mortifica no poder ver colores, realmente el cielo gris no me entristece y no creo que algo en particular lo haga, pero este punzón en el pecho de melodrama que no puede salir, dejando a su antojo el papel en blanco, sin palabras de secuelas sin dueño, sin calles, y sin museos para colgar las dudas y los secretos que ya no me pertenecen. En general, me dejan imaginando en las noches los pensamientos que en un minuto serán recuerdos, imágenes equivocadas de lo que fue y será por siempre o de lo que se llevo consigo un adiós que ni la misma lluvia podrá regresar... Y al final del camino, de regreso a casa, de  entrada por la misma puerta que mi vio salir, desde el mismo sillón y la misma ventana me doy cuenta que las imágenes del día se resumen todas en diferentes rostros, y en su mayoría desconocidos, que quedan volando en el espacio y en el tiempo vacilando violentamente, y entre unos y otros  me pregunto si habré de volverlos a ver algún día compartiendo un café en la mañana, o en su defecto un tequila antes de que empiece la fiesta. Pero "la dulcinea mía", sí, la vida misma, que conoce y comenta en su experiencia, que con sus precarios dedos cuenta que serán muchos los rostros conocidos que se convertirán en desconocidos, e intentando salvar lo que queda en el aliento del día, por una pequeña abertura, los observaré en el placar donde reposarán sus cuerpos a lado de todo lo que recuerdo de ellos, solo notaré como aquel placar se abrirá solo para cerrarse una y otra vez, y la verdad, es que no sé lo que pueda significar un lugar en el placar de mi memoria... Quizás nada.

II


Y no busco resarcimiento y tampoco voy pagando, 
desde que no instale mi conciencia 
en el dolor todo esta bien, 
es por eso que es mejor darse a tiempo 
un gusto en la vida, 
ya sea olvidar por olvidar, 
olvidar porque así se quiere 
o porque se vive mejor así. 
Si se olvida que sea por convicción 
y que sea antes de que el alzheimer nos encuentre primero
 y arremeta contra 
lo que no hemos querido olvidar nunca, 
de todas formas...

sábado, 14 de mayo de 2011

Para mandarlo todo al demonio...

He pasado por tantas calles, 
por tantas noches, 
tantas piedras que río abajo 
se llevó la degradación, 
pero la catedral sigue siendo la misma 
y los curas solo han cambiado de cara, 
porque la sotana es la misma como mismo es el discurso, 
la retórica linda de alguien que ha aprendido a quererse a las malas.

Me da la mano y yo le sonrío, pero me pide 
que entre a la catedral de rodillas,
-¿Y aún así tiene usted señor el descaro
de hablar de igualdad?
Yo no vivo en la penumbra,
y no veo en usted un favor
y mucho menos una oportunidad,
soy tan santa como usted y
tan pecadora como lo son
sus palabras cuando conoce 
lo que normalmente desconoce,
no hay excusas, pero tampoco hay vino,
no hay nada sin culpables,
la espera se posterga, pero
yo ya me he ido...

Y le he dicho más allá del camino,
más allá de dónde sus ojos me pudiesen observar
que este mundo es de los equivocados,
de los que patean piedras sin saber porqué,
de los que piden perdón a tiempo,
de los que saben que no saben nada
y de los que entienden que
nadie es nadie, y su sotana no le
da el mismo poder
que me ha dado a mí hoy
para mandarlo todo al demonio...

...Y no me de la razón, porque yo no necesito de eso para poder sobrevivir.




miércoles, 4 de mayo de 2011

Para Andrés Caicedo




Te debo una tarde de café y cigarrillo,
y conozco un lugar hacia 
el sur de mi país tan perfecto
como para ser dos extranjeros
en patria entrañable... Aunque
sé que tendré que viajar mil leguas por cada 
paso tuyo en el asfalto, 
por favor créeme no me importa
ese absolutismo.

¿Sabes qué este asfalto sigue siendo el mismo?
-sin embargo, de unos 34 años para acá
lo han pisado varios locos, parias, vagabundos, 
políticos y enfermos- Pero te lo aseguro
sigue siendo el mismo que te vio por última vez
la nariz delante de tus anteojos, la verdad es
que aquella tarde en frente de esa catedral
nunca pensé escucharte como muerto.

Sé lo que me dirás en esta tarde de hongos bajo la lluvia,
me mencionarás que las esquinas
siguen siendo tan blancas y solitarias como antes,
tan parco y triste, como triste
es aquella calle donde reposaba
el viejo teatro ya demolido por 
las ideas preconcebidas de historias
y tablas con flores, porque
aquí en esta ciudad, Cali llora
a sus putas tristes esperando un milagro 
sin sombra.

...Y pensarás que este agujero ha sido siempre el mismo.

Se fueron las luces y solo parecen los baches
de los andenes llenar
vacíos incomprendidos
de una historia colombiana
que aún Andrés, aún, no
ha sobrevivido al holocausto.

Caminarás entre calles y policías, te darás cuenta
que a nadie más se le ha sucumbido
el rostro en profunda desolación
que a ellos, sí, los mismos que decidieron 
quedarse, donde cada arruga de tiempo y sed
es una cicatriz de una tragedia sin resolver,
tan viejos y tan silenciosos se han quedado.

Pero tú eres tan joven y tan intocable, 
cómo explicarte humilde jovencito
que nunca entendí tu muerte, pero espero
comprendas cómo si entiendo tu eterna aura...
Eterno Peter Pan.

Son ellos los que caminan entre muertos, y tu burla social es estar más vivo que nunca... 
...Y ya se nos enfrío el café... Tan viva como tú.
Gracias.

Dime Andrés, quien iba a imaginar todo de ese calibre de fuego y furia de banalidades y cantos, sí yo sé, eran los 7os... 
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Los invito a conocer la obra de este autor colombiano, cuyo lema siempre fue "Vivir más de los 25 años es una insensatez" Algo que cumplió a esa edad después de tomar un cóctel de pastillas y justo horas después de recibir editado e impreso su único libro escrito completamente. "¡Qué viva la música!" fue su último tesoro, yo me lo he leído y me ha encantado. Se los recomiendo. Para mí es un gran escritor, porque su leyenda no está en su muerte sino en la proeza que alcanzó a escribir.
Espero les haya gustado el poema, porque yo sé que quizás a él nunca le hubiese gustado.