Que cursi puede sonar este estúpido título, pero es inevitable cuando las emociones recorren todo tu cuerpo, desde los dedos de tus pies hasta la última punta de tu cuerpo. Y no me he enamorado de cualquiera, de aquel "intenso joven que daría la vida por ti", del "atolondrado chico estúpido que lleva los pantalones casi en las rodillas", o el "patán interesado" de todos los días. Por el contrario, me he enamorado de lo que podríamos llamar "todo un hombre", que usa traje de paño con su corbata muy maja, sus pantalones muy bien puestos y la correa del mismo tono de sus zapatos, por supuesto no puede faltar su barba de antaño que me hace pensar que alguna vez fue hippie y soñó con mundos mejores. :) :) :) Bello como él solo llega un poco tarde, entra por la puerta apurado con su maleta llena de cosas, mientras su pelo alborotado y despeinado es lo primero que nos llama la atención, ya el buen hombre ha pronunciado sus acostumbradas palabras: "Buenos días muchachos, un día más de clase, teníamos tarea, ¿Cierto?"...
Sí! Dicho y hecho me enamoré de mi profesor y confieso que nunca antes le había prestado tanta atención a una clase como ahora, ya no hay más miradas por la ventana porque ahora mi concentración reposa en esos labios delgados que pronuncian a la perfección "Libertad" y vocaliza perfectamente cada palabra, cada frase y con la mirada de él, sé que acerté o no en la pregunta... ¿Imposible? Tiene 31 y si hacemos la cuenta cuando yo nací el muy majo tenía 14 años, es soltero, al parecer sin compromisos, sin nada, solo dueño de un acento y un tono de voz que patéticamente me llevan a un mundo de ensueño.... Nunca antes algo de la facultad me había sido tan interesante, ahora sí.
Sí! Dicho y hecho me enamoré de mi profesor y confieso que nunca antes le había prestado tanta atención a una clase como ahora, ya no hay más miradas por la ventana porque ahora mi concentración reposa en esos labios delgados que pronuncian a la perfección "Libertad" y vocaliza perfectamente cada palabra, cada frase y con la mirada de él, sé que acerté o no en la pregunta... ¿Imposible? Tiene 31 y si hacemos la cuenta cuando yo nací el muy majo tenía 14 años, es soltero, al parecer sin compromisos, sin nada, solo dueño de un acento y un tono de voz que patéticamente me llevan a un mundo de ensueño.... Nunca antes algo de la facultad me había sido tan interesante, ahora sí.
Todos alguna vez nos hemos enamorado de un profesor, o por lo menos, nos hemos cuestionado acerca de la vida que llevan, o solo los hemos querido porqué sí... Pero mientras tanto yo sólo quiero que vuelva a ser lunes...
el mundo es tan real, como una diferencia de sus dimensiones
ResponderEliminarmis cordiales saludos
Gracias...
ResponderEliminarQue sabias palabras, son encantadoras.
Mis cordiales saludos para ti también.
Sería hipócrita si te dijera que no creo que puedas correr con suerte, porque sabes que esa misma suerte es la que yo quiero correr.
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