Hoy es un día muy extraño, es un viernes frío, lento, y nada parece entrar en la cotidianidad... Bogotá parece una pintura gris. Afuera nadie disimula en la cara la sorpresa de este nuevo día y todos parecen tener la sonrisa trasnochada de un maldito lunes, entonces, nadie desde aquí ha soltado la primera carcajada...
Hoy mi papá cumple 60 años, pero qué carajo puedo decirle o dedicarle, si creo quedarme corta con cualquier cosa. A eso le encimo que tengo mañana un examen del cual no he querido hacerme cargo, me dispongo a realizar siempre lo que menos me conviene en el momento menos indicado y siempre justo antes de cualquier caída mortal. A veces me aprovecho de la buena suerte, sí, lo admito. Pero si miro todo eso desde otra perspectiva no he perdido mucho el tiempo, he salido y entrado a ver la gente, eso me gusta, verlos debajo de sus sombrillas, todos grises y siempre iguales, la humanidad no parece cambiar desde dónde los observo, desde el sitio que inventé para estar conmigo, para pensar en todo y en nada y poder reírme de todo antes de ir a la cama.
He huido de la muchedumbre por mucho tiempo porque no me permiten respirar, canto a medias, toco guitarra y pinto con el talento de un niño de 5 años, lo que me importa es que mamá aún pueda entender mis "mamarrachos", entonces no se los hago ver muy abstractos.
Hoy planeé muchos viajes, de hecho mañana salgo de viaje aunque no sé para dónde, eso es algo que me gusta de mi vida, y es que no tengo sitio predestinado ni viaje alguno sin que no sea pasajera en trance, porque soy de las que vuelco mi rostro hacia la ventana para preguntarme si soy yo la que viaja o es el paisaje el que lo hace a través de mis pupilas con el fin de entrar a mi cuerpo y quedarse como una fotografía nítida en mí, por eso olvido caras, pero nunca lugares...
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Me gusta andar descalza,
pisar arena y pasto,
ser extranjera,
no ser cómo ella, cómo los demás,
pura dinamita soy si no aprendes a dejarme en paz.
Me gusta la poesía, porque es más barato para el alma saber de heridas sin haberlas vivido,
Me gusta tu colección de libros, la mía, la de ella y la de él.
Me gusta mi camisa de Man Ray
mi colección de cds,
ese cielo,
lo que pintan mis sobrinos,
mi chaqueta de jean rota que lleva nueve años conmigo,
9 es el número de Lennon, ¿cuántos números se habrán topado en mi camino?- no lo sé, porque aprendí a cantar antes que contar.
Aprendí a mirarte antes que hablarte.
Me gusta sonreír antes de contarte, igual nunca lo entenderías pero aún así reirías conmigo,
Me gusta la comida de mamá, las historias de papá,
los cuentos de ayer y hoy,
los clásicos,
The Beatles (L)
Oasis,
Mis zapatos favoritos y sucios,
mi desorden,
me gusta tu boca, pero más la mía en la tuya,
el cielo nublado o los días lluviosos,
tus manos grandes,
mi guitarra,
la buena ortografía,
la vida,
la gente buena que no entiende nada acerca del derecho de admisión,
me gusta que no me guste la gente como tú,
mis películas,
el mundo,
me gusta cuando reciclas,
cuando escondes algo,
cuando aplaudes sin razón,
cuando me mientes para hacerme feliz,
cuando te tragas tus penas y no pides oportunidades
por eso me gustan los que se ahogan solos, porque son los mismos que se salvan solos,
los que no ruegan amor,
los que viven para dar amor,
los que saben qué es privacidad,
pero sobre todo, los que saben ser felices sin tener nada.
:::Paz y Amor a todos:::
Te felicito, es un post muy bonito.
ResponderEliminara mi me gusta tu entrada :)
ResponderEliminarfelicidades a tu papi
Estoy de acuerdo con Daniel, que es una entrada preciosa :)
ResponderEliminarY felicidades a tu padre ! ;)
Me encantan Lyla, muy bonito de verdad :)
ResponderEliminar(volví, hace rato no andaba por el mundo blogger!)Espero que andes muy bien y que tengas un gran fin de semana! Besitos! :)
Lyla, magnífico post, escrito desde dentro y por tanto emociona. Como dice un poema de Cavafis lo importante del viaje a Ítaca no es llegar, sino el trayecto.
ResponderEliminarAbrazos